jueves, 20 de septiembre de 2018

El equinoccio, símbolo de la arquetípica dualidad


El Sol cruzando el ecuador es un maravilloso fenómeno astronómico donde la noche es igual al día (excepto en los polos), si estuviéramos flotando en el espacio, nos permitiría ver nuestro planeta perfectamente dividido entre luz y oscuridad.

La arquetípica dualidad que está simbolizada en todas las culturas hace del equinoccio de primavera un momento metafórico, donde se hacen presentes las clásicas dicotomías que más le han importado al ser humano: bien y mal, verdad y mentira… luz y oscuridad.
Esta última quizás sea la más importante, pues precisamente el equinoccio es el momento en el que la luz empieza a ganar terreno a la oscuridad desde el solsticio de invierno, logrando equilibrarse con las tinieblas, es un momento crucial para decenas de religiones y prácticas, un día ritual y sagrado, con la victoria de la luz

El equinoccio de primavera es un día cargado de simbolismo. 

Ya sea desde la ciencia, desde la magia, o quizá sólo desde los sentidos, es un instante que no pasa desapercibido para ninguna conciencia ni cuerpo, y que es vital en más de un sentido

En el sur el 22 de Septiembre marca el inicio de la primavera

Equinoccio aequs-nox: "noche igual", hace referencia a que en este punto del año solar el día y la noche duran casi lo mismo . Este juego de polaridades en equilibrio, en su eterna danza de fuerzas, que más que opuestas son complementarias, se necesitan la una a la otra para existir, la luz y la oscuridad, la vida y la muerte.

El equinoccio nos permite reconectar con este modo de existir, el cual se interesa por el cosmos y considera que toda la vida en el planeta existe de manera interdependiente, sensible a los pulsos y ritmos de la naturaleza por la manifestación del poder de la luz del Sol

La observación del Sol como máximo emblema de la Creación, revela los principios esenciales de la vida en una sola historia: la Luz que, desde el espacio, llega a nuestro Planeta Tierra y crea la Vida y el Tiempo.

Un tiempo para sembrar, un tiempo para cosechar, un tiempo para reunir, un tiempo para el descanso; tiempos donde hay más energía y tiempos donde es menester conservarla.

El Tiempo es ritmo para estar en armonía con el principio del Cosmos


Su sentido esencial es entender que vivimos penetrados por los ritmos del cosmos, y que cada momento es especial y tiene una particular energía. Aprender a vivir en armonía con los patrones energéticos de la naturaleza, es la clave de una salud integral

Podemos festejar el reverdecer de la naturaleza y los nuevos ciclos agrícolas. La bondadosa primavera, representa lo que está en crecimiento, la estación que comienza en este momento es de armonía. Un momento de reflexión y de festejo

Lo que se siembra en primavera se cosecha en otoño, así que sintonízate con los ritmos cósmicos y naturales: festéjalos, disfrútalos, hónralos desde la integridad de tu ser real

La dualidad nunca se resolverá por completo, es parte de nuestra existencia y Pachamama, la madre en la Tierra, en su perfecta sabiduría nos enseñan a través de los equinoccios, que siempre habrá luz y oscuridad, danzando y conviviendo, en perfecto equilibrio

Cada momento, cada tiempo, cada estación, tiene su razón de ser.


Como sugería el místico, alquimista y filósofo Aleister Crowley, porque existen “rituales de los elementos y festejos de los tiempos” 

En la práctica del yoga, el equinoccio es un día al que está dedicada una de las secuencias más importantes, “Surya Namaskar“ o saludo al Sol: una forma de honrar a la luz que nos ilumina, así como a nuestra propia luz interior, y que se practica desde hace más de 2 mil años.

Serie de tres

*Publicación correspondiente al 10 de agosto






El último de esta serie de tres, un tejido energético cuyos efectos durarán hasta la próxima temporada de enero 2019 y que pueden cambiar la dirección de la humanidad 


El eclipse de Sol en un signo como Leo es de gran importancia ya que indica transformaciones profundas en los ámbitos de poder, cambios bruscos de estructuras que pondrán a prueba el poder creativo, tanto en lo individual como en lo colectivo y traerá consigo la llegada de nuevos liderazgos.

Para la astrología el Sol es el dador de vida y energía, su oscurecimiento en el cielo, aunque sea por una pequeña porción de tiempo como sucede en un eclipse, es una señal de ausencia de éstas. 
Este eclipse es parcial y no total, quedará tapado un 70% del disco solar,  por lo que la energía transformadora será muy poderosa 

Existe una comprobada interacción entre los eclipses y la desvitalización, por esa razón cuando nos afectan los eclipses de Sol, podemos sentirnos más cansados, estresados, fatigados o abatidos

Cuando se puede ser consciente de los procesos internos de nuestra mente, cuerpo y emociones, se pueden dirigir las energías a donde más se necesitan

El efecto de un eclipse solar en Leo es muy intenso, pues en este signo, el Sol está en su propia casa, es decir, su energía está fuerte, desbordante, de manera que un “apagón” solar tiene un efecto abrupto y contrastante, y cuando el astro rey recupera su luz, se produce un “corrientazo”, un “empujón energético” que sacude el ambiente y propicia cambios de forma más contundente y frontal.

Asímismo, la energía puede estar mal encausada o dirigida erróneamente. 
Recomendaciones:
descanso, una actividad física poco exigente para movilizar y oxigenar el cuerpo, así como toda acción que sirva para sosegar la mente, dieta sana para desintoxicar y revitalizar el organismo, largas caminatas y no tomar decisiones inmediatas en momentos que seguramente pueden ser de poca claridad mental, (*Marte retrógrado en Acuario) aunque sí conviene aprovecharlos para sumergirnos en nuestro interior a fin de repensarnos y percibir obstáculos para superarlos y lograr de esa manera encontrar nuevos caminos y posibilidades. (*Mercurio retrógrado en Leo)